El comercio exterior representa la posibilidad de expandir el mercado y acceder a una base de clientes más amplia; sin embargo, también implica grandes obstáculos que necesitan abordarse de manera estratégica, de lo contrario causan problemas a futuro.
A continuación, te describiremos las oportunidades y desafíos que deben enfrentar las pequeñas y medianas empresas que desean ampliar sus operaciones al extranjero.
El comercio exterior brinda muchas oportunidades para las compañías pequeñas y medianas, entre las cuales destacan el acceso a nuevos mercados, la diversificación de la cartera de productos, la reducción de costos y el aumento de la competitividad.
La actividad emprendedora es una de las principales fuentes de crecimiento, por esa razón, las cinco características forman un futuro esperanzador para la economía de los empresarios novatos y PYMES.
Las PYMES abren las puertas a nuevos mercados en el extranjero con la generación de empleos. Las empresas pequeñas contribuyen al crecimiento de las oportunidades de trabajo en comparación con las megacorporaciones, esto gracias al comercio exterior.
Las PyMEs desempeñan un papel crucial en la innovación empresarial. Esto se debe a que su tamaño les facilita la adaptación a los mercados cambiantes y, en consecuencia, pueden responder rápido a las oportunidades emergentes.
La resiliencia y la creatividad abren las posibilidades en el comercio exterior. En conjunto, todas las empresas pequeñas y medianas ayudan a que la economía de su país se fortalezca debido a la diversificación de su cartera de productos y servicios.
Es muy importante resaltar que la innovación puede ser de cualquier tipo: tecnológica, creación de nuevos productos o servicios, marketing, entre otras. El objetivo es que promueva el desempeño de las compañías para generar mayores y mejores ingresos.
Cuando las empresas compran los materiales que necesitan en el extranjero a precios más bajos, producen sus productos de manera más eficiente y a costos menores. De esta forma los precios se vuelven más accesibles para los consumidores, todos salen ganando.
Este punto se relaciona con el anterior, ya que gracias al comercio exterior los clientes ahorran y las empresas se vuelven competitivas gracias a la reducción de costos. Cuando la oferta crece, los monopolios liderados por las grandes corporaciones se reducen.
Las PyMEs son un motor crucial para el progreso, tanto de las grandes potencias, como de los países en vía de desarrollo económico. Así que resulta interesante que sean las pequeñas y medianas empresas las que mayores desafíos enfrenten al internacionalizarse.
El problema principal que enfrentan las empresas al comerciar en el extranjero es la falta de regulaciones uniformes entre los países. Las diferencias y especificaciones entre las naciones crean obstáculos en forma de barreras arancelarias y no arancelarias.
Los sistemas y cuotas pueden ser muy diferentes incluso dentro de un mismo territorio. Esta característica pone en desventaja a las PYMES con poca experiencia, ya que dificulta el proceso de exportación e importación y puede generar tarifas difíciles de costear.
Los sistemas de logística están condicionados por la cadena de valor a la que pertenecen las compañías. Por lo tanto no existe una forma única, ni un precio estandarizado, para llevar a cabo las operaciones de importación y exportación.
A las empresas no les queda de otra más que realizar una gestión exhaustiva de los presupuestos para transporte y comunicaciones. De esa forma lograrán encontrar medios adecuados y tecnologías que les permitan
recortar costos.
El obstáculo más frustrante que enfrentan las PYMES al entrar al comercio exterior es la falta de recursos. A diferencia de las grandes corporaciones, su mayoría no tienen acceso a presupuestos amplios, tecnología, desarrollo de recursos humanos y networking.
Hay muchas empresas que son exitosas a nivel nacional; sin embargo, no tienen la oportunidad de expandir su mercado debido a la falta de tecnología que proporcione una sólida estructura de gestión que esté a la altura de los requisitos internacionales.
El comercio exterior es una gran oportunidad para encontrar inversionistas interesados en propuestas nuevas. Gracias a ellos es posible aprovechar los acuerdos internacionales, mejorar la competitividad y aumentar el valor de los productos y servicios.
No obstante, la globalización ha hecho que el mercado se diversifique tanto que resulta difícil encontrar socios comerciales que sean de confianza. Los empresarios novatos y las compañías pequeñas son más vulnerables ante la mala
gestión de crisis y estafas.
Aquellas empresas que logren superar los obstáculos y aprovechar las oportunidades podrán expandir su mercado, aumentar su competitividad y contribuir al crecimiento económico, tanto de sus países de origen, como de la economía global.
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